En el post anterior se hablaba de forma detallada sobre los principales gastos que un socio debe asumir al querer formar parte de una cooperativa de transportes. Lo cierto es que la mayoría de los transportistas autónomos y hasta conductores noveles tendrán algún conocimiento de aquellos.
Eso no quiere decir que sean los únicos gastos, aunque como en todo, cada cooperativa tendrá sus estatutos y condiciones o exigencias económicas para nuevos socios. En tal sentido, otros de los gastos comunes se reseñan a continuación.
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Cuota mensual como socio de la cooperativa
Formar parte de una cooperativa de transporte de mercancías por carretera es una de las mejores maneras de trabajar en el sector, porque cuando la cooperativa es de calidad y de eficiencia las oportunidades laborales no van a escasear. Pero eso no quiere decir que no se deba cumplir con algunas responsabilidades.
Una de ellas es la aportación mensual, o la cuota mensual que un socio debe pagar. Es importante aclarar que no es algo vinculante a GEVECOOP, o a cualquier cooperativa de este sector, sino que se trata de algo general de esta figura jurídica.
La cuota mensual de una cooperativa es una aportación que siempre debería salir del propio trabajo realizado por los socios. De hecho, lo que se estila en el caso de las cooperativas de transporte es que se calcule el trabajo realizado para determinar cuánto debe pagar el socio en forma de cuota mensual. Es allí donde cada cooperativa tendrá sus propios cálculos.
Por ejemplo, lo más usual es que las cooperativas de transporte de mercancías utilicemos el factor de entre 1% y 2% de cálculo para los aportes mensuales, lo que vendría a calcularse como el porcentaje sobre el total facturado a todos los cargadores atendidos por ese socio durante el periodo mensual. Por lo tanto, si un socio trabajó para facturar 10.000 euros mensuales brutos, la cuota estaría entre 100 y 200 euros.
Consideraciones: algo que muchos socios no comprenden en el primer momento (casi siempre porque no se les detalla) es que la cantidad de estas aportaciones luego repercute en la forma en que se reparten los excedentes tras el ejercicio anual de una cooperativa.
Como es sabido, las cooperativas no acumulan utilidades, sino que las dividen entre sus socios. Los socios cuyo aporte en metálico sea mayor, reciben mayores excedentes al finalizar tales periodos, de manera que la cuota mensual, si bien no es retornable, es un indicador de la ganancia futura por pertenecer a la cooperativa.
Gastos derivados de la entrada a la cooperativa
No todas las sociedades cooperativas nos hacemos cargo de los gastos asociados a la entrada de nuevos miembros. Y es que, independientemente de si tiene su propio camión o se le arrienda por parte de la sociedad, hay algunos gastos de notaría, gestorías, tasas de las tarjetas de transportes o licencias comunitarias que deben cubrirse.
En el caso de que no se cubran por parte de la cooperativa, es evidente que representa un gasto, incluso bastante importante y comparable con la cuota única de ingreso, de la que ya se hablaba en el post anterior.
Todo dependerá, desde luego, de la cooperativa, de su forma de trabajar y hasta de si cubre o no esta clase de gastos.
Aportaciones a los gastos del trabajo
La cantidad de servicios que ofrecen las cooperativas a sus socios (en nuestro caso son muy extensos; desde los combustibles, el parking hasta los seguros, la formación continua o la asesoría especializada), obviamente repercuten en los gastos mensuales de las cooperativas como entidades, por lo que lo normal es que los socios deban hacer una aportación porcentual a la cobertura de tales gastos.
De cualquier manera, no suelen ser representativos y siempre se aportarán tras el mes de realización de servicios, por lo que el propio trabajo como transportista cubrirá esos gastos. Algunas cooperativas no cobran este importe, en la mayoría, no sobrepasará del 1% del total facturado por mes.
Conclusiones
Un gasto que suele olvidarse es el de arrendamiento o alquiler del camión. Cuando se tiene camión propio, este no formará parte de la cooperativa ni debería aportarse como capital social, a menos que se decida voluntariamente. Lo que sí es importante saber es que es un gasto menos que se tendría en el oficio, y que eso no impediría disfrutar de ninguno de los beneficios de cara al mantenimiento del camión y demás, aunque convendría luego analizar si los vehículos de sustitución durante el mantenimiento estarían disponibles en esos casos.