Asociarse a una cooperativa de transportes es una gran decisión. No son pocos los transportistas que una vez probado el trabajo como autónomo deciden integrarse a un equipo de trabajo donde las oportunidades no faltarán, los ingresos son más estables y las posibilidades de mejora son más certeras.
Pero del dicho al hecho…, por lo que para materializar la intención es necesario cumplir todos los requisitos, tener las documentaciones al día, saber lo que requiere la ley para no tener problemas más adelante, y por qué no, tener una formación específica que posicione al transportista como una alternativa preferente para diversas solicitudes o trabajos.
Por tal razón, esta publicación tiene un enfoque descriptivo y didáctico a la vez, para saber qué hacer, cómo proceder, y en cualquier caso, siempre será posible contactar directamente con nosotros en caso de que se quiera formar parte de la cooperativa, brindando nosotros una asesoría personalizada de acuerdo a las particularidades de cada caso.
Y es que, si bien, resumiendo, sólo falta tener un camión, el carnet de conducir y el CAP, hay muchas otras cosas que intervienen.
Documentaciones
En primer lugar, las documentaciones en regla son una de las cuestiones obvias inherentes al interés en el sector. No se puede trabajar sin tener las documentaciones al día, y hacerlo representa un riesgo innecesario con multas y condenas muy graves.
Por eso, lo mejor siempre será comenzar con el pie derecho, y para ello es necesario tener, al menos, las documentaciones generales del ramo de los transportistas de mercancías.
Permiso de conducir correspondiente
Si no se cuenta con un permiso de conducir que como mínimo sea de clase B, lo ideal es apostar por obtener de una vez el carnet de conducir de clase C, que si bien no hace referencia a ello, se le suele decir que la letra “C” es por Camión, ya que se relacionan directamente.
El permiso de clase C permite conducir camiones de más de 3,5 toneladas y remolques con hasta 750 kg de masa total. Por tanto, es el carnet ideal para poder trabajar sin ningún tipo de limitación en el sector del transporte de mercancías por carretera.
A tener en cuenta: hasta hace pocos años, la DGT sólo permitía este tipo de carnets a ciudadanos con más de 21 años y tener un carnet previo de una clase anterior. Hoy es posible sacarlos apenas cumplidos los 18 años y sin ningún tipo de requerimiento especial, salvo el DNI.
Costes: el coste del carnet tiene que ver casi siempre con la autoescuela que se elija para la preparación, que suele ser de un examen práctico, otro teórico y una prueba de conducción en situaciones reales. Se estiman, sin embargo, un promedio de 750 euros.
Certificado de Aptitud Profesional (CAP)
Después de tener el carnet de conducir respectivo de acuerdo al tipo de vehículo que se piensa conducir (o incluso, que ya se tenga en posesión), lo siguiente es sacarse el denominado CAP.
El CAP inicial es el más común, aunque el CAP continuo, dirigido a quienes sólo lo van a renovar (algo que se hace cada 5 años), también es digno de mención puesto que el procedimiento es idéntico.
Atendiendo a la convocatoria y sabiendo que no todas las autoescuelas están autorizadas por la gestión pública para otorgar este certificado, es un requisito indispensable para poder trabajar en el sector de transporte de mercancías, pero también de pasajeros.
A tener en cuenta: tiene una vigencia de 5 años. No debe confundirse con el título de competencia profesional.
Coste: igual que en el caso anterior, dependerá del lugar donde se realice el curso. Puede tener un coste entre 150 y 200 euros.
Título de competencia profesional para el transporte
Es un título que se obtiene para poder trabajar en el sector del transporte de mercancías como autónomo. De hecho, algunas cooperativas lo van a requerir para poder asociar a nuevos miembros, sobre todo por el tema de los cobros por módulos.
Es lo mismo que se conoce como Título de transportista, obligatorio para todos los operadores de transporte, pero que a diferencia del CAP, no sólo se puede obtener a través de un curso, sino también a través de una titulación específica, lo cual se abordará más adelante.
Certificado de Honorabilidad
No tener la acreditación de honorabilidad (dicho de otro modo, la documentación que afirma que no se han cometido delitos ni nada relacionado) implica la inhabilitación para trabajar en el sector del transporte, indiferentemente de si se trata de mercancías o personas.
Sacarla es muy fácil y desde los sitios oficiales del Ministerio de Transporte se pueden obtener los formatos de acuerdo a la profesión. En todo caso, una de las últimas modificaciones del ROTT tiene que ver con la Honorabilidad, donde se penan gravemente a las personas que no cuenten con este requisito, aparte de las consecuencias en la honorabilidad que las malas prácticas en carretera pudieran tener.
Formación
Aparte de los cuatro requisitos básicos que se solicitan a un conductor para convertirse en transportista profesional, la formación pasa a ser una de las obligaciones de este profesional, sobre todo en un sector tan dinámico y que cada día crece en cuanto a demandas.
Por eso, nunca es tarde para apostar por más y mejor formación en este sentido.
Técnico Superior en Transporte y Logística
Es el Grado Superior que estudian todos los que quieren trabajar en el sector del transporte de mercancías, en plataformas logísticas y en todo lo relacionado a la carga en general, no necesariamente dedicándose al trabajo como transportistas.
Pese a que para ser transportista no es necesario tener absolutamente ninguna formación, ni siquiera el título de bachiller, sí es recomendable este grado en el caso de que se quiera obtener la autorización o el Título de competencia profesional para el transporte, que es una opción que está contemplada en la ley, puesto que cualquier profesional titulado en esta carrera ya estaría autorizado para trabajar en el sector, sin requisitos adicionales.
Curso de Competencia Profesional para el Transporte
La formación continua, como se decía, es uno de los elementos vinculantes al trabajo como transportista.
Por un lado, todas las renovaciones del CAP son indispensables, así como también todos los cursos que se puedan realizar para mejorar la conducción, la eficiencia y la experiencia en carretera, algo que en las cooperativas ofrecemos como un beneficio a todos los socios, y que permite que nuestros servicios sean cada vez más competitivos y seguros para los clientes y conductores en general.
Otros
Aparte de todos los requisitos listados, que son varios y algunos tienen su incidencia económica, hay otras tantas cosas que se deben tener, pero casi siempre lo más importante es el tema de la capacidad económica y contar con un camión o tractora para trabajar.
Capacidad económica
La ley pide algunas cuantías de acuerdo a si se hará socio de una empresa, si lo hará como autónomo (donde dependerá de la cantidad de camiones) o si se vinculará a una cooperativa, donde se realiza un aporte como socio al momento de la adhesión, que puede ser reembolsable o no según la forma de proceder de cada cooperativa.
En todo caso, ya que los montos en realidad varían, siempre es sabido que formar parte de una cooperativa es la forma más barata de trabajar en el sector, razón de que sea una de las mejores decisiones para quienes quieren producir con su camión pero no necesariamente cuentan con un capital tan grande como para dar avales mayores u optar por otras alternativas.
Camión o tractora
Si bien es cierto que algunas cooperativas ofrecen la posibilidad de financiar un camión e incluso poder luego quedarse con él con una opción a compra después de unos años, lo mejor será siempre tener un camión propio o una tractora específica para asociarse.
Si es así, convendrá analizar qué tipo de servicios prestan las cooperativas para ver si realmente la unidad de transporte que se tiene será compatible o totalmente aprovechable.