El mantenimiento de un camión es parte esencial del desarrollo de las labores de un transportista. Si se trabaja como autónomo, se deberá planificar bien para asumir estos gastos. Si se trabaja para una empresa, de la misma manera la empresa deberá gestionar su flota al respecto.
En el caso de las cooperativas ocurre algo similar, sobre todo en las que tenemos talleres autorizados a nuestro servicio, por lo que realizar el mantenimiento y la revisión periódicos está fuera de toda objeción.
Ahora bien, cada caso es un mundo, cada camión también, y saber cuándo se debe realizar el mantenimiento es esencial.
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Recursos a favor
Tanto si se trabaja como transportista independiente o si se trabaja para una cooperativa, hay muchos recursos a favor que se pueden utilizar para conocer cada cuántos kilómetros se debe realizar el mantenimiento al vehículo de trabajo.
Lo que dice el fabricante
Desde las furgonetas y los camiones convencionales de 2 ejes, hasta llegar a los más grandes y largos, todos los fabricantes dejan instrucciones y recomendaciones claras de cada cuánto tiempo hay que hacerles una revisión. Si por alguna razón no se supiera, los sitios web oficiales seguramente tendrán esa información.
Herramientas de gestión de flotas
O sencillamente, llevar anotaciones de las fechas o la cantidad de kilómetros a las que se le ha hecho el último mantenimiento. Eso bastará para llevar un control estimado de cuándo tocaría de nuevo pasar por un taller.
En el caso de empresas y cooperativas, las herramientas de gestión de flotas no sólo se ocupan de apartados logísticos y de administración del gasto de combustible, sino que es fácil determinar la cantidad de kilómetros que ha realizado, para a partir de allí establecer fechas para acudir al taller.
Lo comúnmente aceptado
Es prudente saber que el mantenimiento es un gasto importante en un vehículo de carga. Cuando toca hacer frente a ese gasto, lo mejor es estar preparado, y la mejor forma de estar preparado es teniendo una planificación de estas visitas al taller.
Por eso, en general, la mayoría de las marcas y por supuesto la mayoría de los transportistas coinciden en cantidades de kilómetros mínimas y máximas para llevar el vehículo a mantenimiento.
Los 10.000 kilómetros parecieran ser la norma, aunque en este caso es para los camiones pequeños. En cambio, los camiones grandes, las cabezas tractoras, requieren de un mantenimiento preventivo cada 15.000 kilómetros.
Desde luego, si se detecta una anomalía, sin importar cuándo sea, lo mejor es acudir al taller.
¿En qué consiste el mantenimiento de un vehículo de carga?
Dependerá de cada caso, ya que algunos transportistas no maltratan tanto a su camión, otros no requieren de transitar por rutas tan demandantes para el vehículo, mientras que los camiones nuevos suelen sufrir un desgaste mínimo en sus primeros años de trabajo, por lo que tampoco requerirán de tantas cosas.
Pero, en general, el mantenimiento y la revisión de un vehículo de carga consiste en los siguientes apartados.
Dirección y suspensión
Lo que comúnmente se conoce como alineación o balanceo de neumáticos. Corrige problemas de la dirección y, también, de la suspensión, por lo que también se eliminan desgastes sin uniformidad en las llantas o falta de adherencia.
Aceite del motor
Se debería cambiar cada 5.000 kilómetros en los casos más exigentes, pero la mayoría de los fabricantes siempre coincidirá en los 10.000 kilómetros.
El aceite, el filtro de aceite, el filtro de aire, y otras partes relacionadas con el desempeño deben reemplazarse durante estos procesos.
Sistema de frenos
La revisión del sistema de frenos es una de las más importantes en esta clase de procesos. La tensión de los mismos y el desgaste del sistema es lo que se tiene que verificar.
Desde luego, si antes de los 10.000 kilómetros mínimos se presentara alguna falla al respecto o se nota una diferencia al frenar, se debe acudir sin ningún tipo de excusa a un taller, puesto que la integridad del conductor estaría en riesgo.
Sistema eléctrico y combustible
Si el camión estuviera consumiendo más combustible de lo habitual, es momento de intentar corregir las fallas. Naturalmente, casi siempre se asocia con alguna parte que ya haya cumplido su vida útil, por lo que también se consideraría en estos procesos de revisión y mantenimiento.
Detalle final, por supuesto, revisar el sistema eléctrico, tanto en lo que refiere a las luces, a las del salpicadero y demás, como también al sistema eléctrico general, desde el aire acondicionado hasta el arranque del vehículo.