Bastante suele decirse que los neumáticos son indispensables en un vehículo (cualquiera) porque es el único componente que está entre el vehículo y el asfalto. Por esa razón, de su calidad y su confianza se desprenden muchas cosas. La seguridad y el rendimiento, algunas de ellas.
Como transportistas, lo que se busca al realizar el trabajo es transformar el esfuerzo propio y el del camión en el mayor volumen de ingresos posibles. Por esa razón, cada uno de los componentes que intervienen para que eso sea posible hay que vigilarlos, medirlos, gestionarlos y darle mantenimiento.
Si bien los neumáticos suelen también reflejar la falta de mantenimiento en otras tantas piezas (como la suspensión, los ejes, entre otros), tomar decisiones correctas sobre ellos propiamente brindará resultados excepcionales.
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La elección es la primera gran decisión
La ficha técnica que el fabricante otorga a cada camión brinda información específica sobre cómo deben ser los neumáticos óptimos para ese vehículo de carga. La ITV luego confirma tales informaciones.
Por esa razón, parecería obvio que es imposible equivocarse al elegir los neumáticos para el trabajo como transportistas. Pero no es así.
Principalmente, se deben analizar la capacidad de carga, la velocidad máxima y el diseño de la banda de rodamiento, tres elementos que se vincularán con la eficiencia y la eficacia con la que el camión desarrolle su labor.
Pero también se debe hablar de las marcas y las gamas de neumáticos. Está de moda ahorrar dinero, ser eficientes, generar más rentabilidad. Sin embargo, rara vez será recomendable elegir neumáticos de gama baja para un trabajo tan pesado como el de transportar mercancías. Muchos de ellos no están homologados, no tendrán una vida útil ni siquiera decente, y al final, lo barato sale caro porque se debe comprar lo mismo, dos veces.
Entonces, primer consejo: comprar neumáticos de calidad.
Balanceo y presión de inflado
Ya al inicio explicaba que gran parte de los problemas que se reflejan en los neumáticos en realidad son consecuencias de problemas en otros componentes mecánicos, principalmente la suspensión.
Eso no quiere decir que los neumáticos no puedan corregir parte de sus fallas comunes.
Balanceo
El desgaste irregular de los neumáticos es un enemigo silencioso de los vehículos de carga. La vida útil de un neumático normal puede estar entre los 3 y los 5 años, pero puede reducirse hasta un 70% cuando los neumáticos no están correctamente balanceados.
La falta de balance implica que las llantas se desgastes sin uniformidad, por lo que se tendrán que reemplazar mucho tiempo antes. Además, eso afectará a la suspensión, a la dirección y al consumo de combustible.
Presión de inflado
Cada neumático está diseñado para funcionar de forma óptima a una presión específica. Cada modelo de vehículo tendrá un neumático y una presión específicas. Los expertos manejan también esa información.
Antes de iniciar cada viaje de trabajo, es conveniente revisar la presión y corregirla. Siempre se debe hacer cuando los neumáticos del camión están fríos. Por eso se recomienda hacerlo antes de comenzar el viaje.
Cuando la presión es insuficiente, se genera más agarre (útil en situaciones muy esporádicas) pero se consumirá inequívocamente demasiado combustible.
Cuando la presión es superior a lo recomendado, se pierde agarre y estabilidad, por lo que el camión incluso para frenar será un riesgo.
Sentido común
Un error habitual, pero que no debería cometerse “a propósito”, es el de tener más de un modelo de neumático instalado en el camión. Es decir, que no todas las llantas sean de la misma marca o modelo.
Sí, es común, porque los costes son los que son y rara vez se presupuestan tantos gastos. Pero cuando los neumáticos no son iguales, habrá algunos que carguen con más presión y peso del vehículo, y si bien no se sentirá absolutamente ninguna diferencia (salvo que seas detallista), los componentes mecánicos del camión podrían estar sufriendo de problemas estructurales por eso.
Ni qué decir de los neumáticos, donde algunos también se gastarán antes que otros, por lo que tomar esa decisión no siempre es lo conveniente, incluso si al principio se ahorrará un porcentaje razonable.
Cuidar los elementos mecánicos
La suspensión es lo que más afecta a los neumáticos. Una suspensión sin mantenimiento o con mucho tiempo de uso puede ocasionar hasta un reventón en el neumático, ya que no será capaz siempre de absorber las presiones a las que originalmente estaría acostumbrada.
También tiene mucho que ver el balanceo de los ejes, y sobre todo, hacerles un buen mantenimiento. Hay muchas fallas que se derivan de eso, pero el consumo exorbitante de combustible seguramente sea el más frecuente.