En las cooperativas de transporte por carretera hay algunas cuestiones que funcionan de manera diferente, por lo que conocer esas diferencias será vital para que los transportistas tengan la mejor experiencia posible.
Una de esas cosas es la forma en que se tienen los camiones, las tractoras o semirremolques. Si bien algunos transportistas pueden utilizar sus propios camiones, lo más normal es que tras cumplir los requisitos básicos, la mayoría opte por el alquiler de los camiones para el trabajo, por lo que es la cooperativa las que los facilita.
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¿Cómo funciona?
Al igual que un contrato de alquiler de cualquier otra cosa, e incluso de las empresas de alquiler de camiones para el trabajo, las cooperativas pueden ofrecer su flota en concepto de alquiler para que los socios puedan utilizar lo mejor y más moderno para el desarrollo de sus funciones.
La modalidad más frecuente, sin embargo, es la del alquiler con opción a compra, sobre todo cuando se trata de camiones nuevos o seminuevos, Euro 6 y, en fin, de última generación, por lo que la vida útil posterior a la tenencia en propiedad siga siendo aprovechable y rentable para el transportista.
Como es evidente, mensualmente se descuenta un porcentaje del trabajo realizado por un transportista por concepto de alquiler del camión, lo cual no resultará tan alto si se tiene en cuenta que se trabaja diariamente y respetando las normas de descansos en carretera, por lo que es la opción más conveniente para la mayoría.
¿Cuáles son las ventajas de este método?
Un único gasto. Y prácticamente ninguna preocupación adicional. Aunque algunos camiones de nueva generación pueden tener tarifas de alquiler (considerando su opción a compra) de entre 800 y 1200 euros por mes, lo que si se tuviera el camión propio sería inexistente, todos los demás gastos de su mantenimiento, tenida a punto, permisos y demás, corresponden a la cooperativa, y nunca al transportista.
Posible compra. Desde luego, tener un camión en propiedad sería lo ideal para los transportistas, ya que conforme pasa el tiempo es posible adaptarse a una cartera de clientes o cargadores propia, además del trabajo con la cooperativa, lo que dejaría abierta la posibilidad a mayores ganancias, explotadas en su totalidad con un camión propio.
Pero comprar un camión de contado es costoso, rondando los 20.000 euros. Pero el alquiler con opción a compra permite que en aproximadamente 2 años de trabajo, los costes prácticamente estén amortizados y el camión pase a formar parte de la propiedad del transportista, con todas las ventajas que ello supone.
Flota actualizada. Cumplir con algunas normativas acerca de la modernidad de la flota es un problema para los transportistas, pero que no lo es tanto si se utiliza el alquiler de un camión para trabajar en una cooperativa. Conforme se requieran actualizaciones, simplemente se adquiere un contrato de alquiler de un modelo de vehículo de carga más nuevo.
¿Hay gastos adicionales?
El alquiler de un camión para trabajar en el transporte de mercancías por carretera representa un gasto interesante para todos los conductores. Como se anticipaba, suele rondar hasta el 10% de la facturación bruta que realiza un socio por concepto de sus operaciones, siempre considerando que se realiza cumpliendo los horarios, descansos y el rendimiento esperado de su oficio.
Teniendo en cuenta el acceso a financiación para este tipo de adquisiciones, el alquiler con opción a compra puede suponer una de las mejores decisiones para trabajar en el sector, y posiblemente también sea más económico que asumir una deuda a modo particular para la adquisición de un camión o de una cabeza tractora.
Sobre si hay gastos adicionales, es posible, aunque no siempre se darán los mismos casos. En algunas ocasiones será posible alquilar un camión donde no se debe pagar absolutamente nada adicional, pero en otros casos se cobrará una tasa de mantenimiento por kilómetro recorrido, que aunque tiene un monto ínfimo, al totalizar cuando finalice el mes, el contante puede resultar de consideración.
Comentarios finales
Ante este tipo de situaciones, lo mejor para todos los transportistas es valorar la unicidad de cada situación. A cada uno le puede convenir algo distinto, incluso tratándose de la misma oferta y de la misma cooperativa. Por eso, antes de decidirse, preguntar y asesorarse debidamente es un deber. De ello dependerán todos los beneficios que vengan después.