Siendo francos, todo aquel transportista que tiene sus documentaciones en regla básicamente domina la teoría referente a los camiones. Pero nunca está de más refrescarlo, sobre todo si alguno va a renovar el CAP o cosas así.
Y uno de los temas más peliagudos en ese sentido tiene que ver con las normativas de emisiones. Si bien muchos asumen esto desde el Plan Aire, la normativa europea viene de más lejos, ya que el Euro 0 se implementó a nivel general en 1990.
Hoy, las clasificaciones son diversas.
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Euro 4, 5 y 6, las normas actuales
Si bien es cierto que existen actualmente 7 denominaciones (desde Euro 0 hasta Euro 6), las que más se encontrarán por las rutas españolas y prácticamente de toda Europa Occidental serán las 3 últimas, implementadas desde 2006, 2009 y 2014, respectivamente.
Como bien es sabido, todas estas normas tienen como objetivo disminuir el nivel de emisiones de gases contaminantes y partículas tóxicas al aire, al respecto de los camiones y los kilómetros recorridos. De hecho, es la unidad de medida que se utiliza.
Como se decía, en la actualidad la mayoría de los camiones responden a la normativa de Euro 4, Euro 5 y Euro 6, pero cada vez es más frecuente que desde los sitios especializados en la logística y el transporte se haga hincapié a la importancia de renovar la flota para adaptarla a la última normativa disponible (en este caso, la de 2014), porque eso aseguraría muchos beneficios de cara al futuro y hasta una optimización de costes.
Pero para entender el tema en cuestión, es prudente hacer referencia a las diferencias existentes en las normativas actuales.
Diferencias entre las normas actuales
Las normativas aplicadas a los camiones de transporte por carretera hacen referencia a una cantidad máxima de emisiones permitidas. De eso dependerá el cumplimiento de la ley, el coste de impuestos y un sinfín de derivaciones fiscales y legales para el transportista, para las empresas o cooperativas.
La norma Euro 4, que es la más vieja que se puede ver circulando en el etiquetado de los camiones, permitía emisiones de hasta 3,5g/kWh en lo que a gases contaminantes se refiere (óxido de nitrógeno o NOx, para ser exactos) y hasta 0,02g/kWh en lo que a partículas finas se refiere.
Pero 3 años después llegó la normativa Euro 5, en 2009. Se planteaba una reducción de emisiones de hasta el 43%, con 2g/kWh de NOx permitidos, manteniendo el mismo nivel en lo que a emisiones de partículas finas se refiere.
Sin embargo, la incidencia del sector logístico por carretera en lo que a la contaminación ambiental se refiere es algo notorio, y por esa razón la normativa Euro 6 planteaba muchos cambios drásticos, como el hecho de una disminución de hasta el 80% en las emisiones a la atmósfera, siendo la disminución más drástica desde el salto de la normativa Euro 0 a Euro 1 (60%), de hace ya 3 décadas.
¿Qué aventaja a un camión Euro 6?
Lo anterior nos hace hablar de los camiones Euro 6. Menos contaminantes, gastan menos combustible, una vida útil más larga y por lo general, más fiables en todo lo que se refiere a su operativa.
Muchas veces, son modificaciones realizadas por los fabricantes de sus modelos anteriores, pero incluyendo algunas piezas de alta tecnología para evitar la emisión de mayores gases contaminantes.
Las marcas más conocidas en España, como DAF, Mercedes o Volvo, utilizan reducción de emisiones con catalizadores, mientras que otras como Scania utilizan la recirculación de los gases en los tubos de escape, pero en general las modificaciones mayores están llegando prácticamente ahora. Desde luego, las ventajas son evidentes desde todo punto de vista.
Desventajas de los camiones Euro 6
Pero nos atañe hablar desde la perspectiva del transportista. Comprar o alquiler un camión Euro 6 es mucho más costoso que hacerlo con un Euro 5 o Euro 4. Aparte, gracias a que tienen más piezas y componentes para sus procesos de reducción de emisiones, tienen menor capacidad de carga.
Ni qué decir de los recambios o mantenimiento, y en algunos casos, del combustible, que suelen consumir hasta un 10% más aunque contaminen 80% menos. Es algo que no sucede en todos los casos, cabe destacar.
Lo que sí es importante es hacer notorios los casos como GEVECOOP, donde la actualización de la flota, los mantenimientos y demás beneficios sobre los camiones corren por parte de la organización, y no del bolsillo del transportista directamente. En toda regla, tener camiones modernos acerca a la máxima eficiencia y eficacia en las labores.