A pesar de que se suele decir que el transporte de mercancías por carretera es uno de los trabajos más tradicionalistas, de cuando en cuando algunas innovaciones hacen que todo mejore, o al menos, sea diferente.
Es el caso de los megacamiones. Y no, no se trata de una innovación disruptiva, sino que en España se han comenzado a utilizar de forma masiva recién en los últimos 3 años (o menos). Eso tiene que ver con que la DGT emitió las regulaciones y autorizaciones especiales para éstos en 2015, cuando ya hacía mucho tiempo que circulaban por las carreteras europeas.
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¿Qué es un megacamión?
Como su nombre lo indica, se trata de un camión bastante más grande de lo habitual. En porcentaje, pueden llegar a ser entre un 30% y un 50% más grandes que los camiones convencionales, aunque en algunos casos más exagerados duplicarán o triplicarán sus dimensiones.
Si bien están inspirados en los megacamiones que se utilizan en industrias como la minería o la construcción, los megacamiones para el transporte suelen tener un ancho similar al de un camión articulado, pero es en el largo (y posiblemente en la altura) donde se distingan.
¿Son nuevos los megacamiones?
En España sí. Se comenzaron a utilizar recién en 2015 tras la autorización emitida por la DGT. Pero en Europa se estaban utilizando hace bastante tiempo.
Reino Unido fue uno de los primeros países en implementarlos, para dinamizar su sistema logístico. Luego, Francia y Alemania, dos de las potencias logísticas del continente, vieron el potencial de los megacamiones y comenzaron a utilizarlos, siendo las solicitudes de autorizaciones de mayor crecimiento en lo que a registro de camiones se refiere.
Como se decía, en España la reglamentación llegó apenas en 2015, su irrupción en el sector se dio 2 años más tarde, y aún hoy algunos transportistas y operadores logísticos siguen sin reconocerlos bien.
Principales ventajas de los megacamiones
El sector logístico en general, pero siendo más específicos, lo que se refiere al transporte de mercancías por carretera, ha traído consigo algunas necesidades especiales. Las principales:
- Hay escasez de conductores.
- Cada vez se necesita enviar más y más mercancía.
En ese sentido, la primera ventaja de los megacamiones es interesante, porque se puede paliar medianamente esa problemática que vive el sector logístico moderno.
Más mercancía y menos conductores
Los megacamiones pueden transportar desde un 30% más hasta un 200% más cantidad de mercancía que un camión convencional. Haciendo números y de forma básica, significa que se necesitaría como máximo 3 conductores menos para llevar la misma cantidad de mercancía. De esa forma, las situaciones comentadas antes se paliarían. Es una de las razones de que muchas empresas logísticas incorporen esta clase de camiones a sus flotas.
Reducción de costes
Aunque habrá que mirar con lupa, lo cierto del caso es que los informes al respecto aseguran que se ahorra dinero con la utilización de los megacamiones.
El ahorro puede llegar a representar hasta un 50%, dependiendo del mercado, del tipo de envío o de la mercancía.
Menos contaminación
Es evidente que los megacamiones están fabricados para ser máquinas potentes, capaces, pero sobre todo muy modernas o vigentes. Por eso, suelen ser camiones con emisiones de CO2 muy bajas, e incluso algunas marcas ya se animan a hacer megacamiones eléctricos.
La disminución de emisiones de CO2, el menor desgaste de los camiones para un mismo volumen de carga entregada, son algunas razones importantes de analizar.
Carreteras más seguras
La cantidad de camiones que diariamente están en las carreteras españolas y europeas en general va creciendo conforme pasa el tiempo. Los megacamiones proponen una solución transversal a ello.
Y es que se necesitan menos camiones en las carreteras para entregar todavía más volumen de mercancía, de manera que será menos probable encontrarse muchos camiones en circulación, haciendo las carreteras mucho más fluidas para todos.
Pero de la misma manera también se favorece a la seguridad vial, ya que ameritan de una mejor preparación por parte de los conductores, tienen limitaciones específicas de velocidad y vías sobre las que pueden transitar, además del notable hecho de que para poder circular antes deben informar a la DGT sobre las rutas, horarios y demás, de manera que todos puedan tomar mejores previsiones y planificación de rutas.
Desde luego, desde la perspectiva general de la logística son una solución interesante. Su alto coste, las limitaciones, la necesidad de personal con experiencia para conducirlos, además de una gestión de flota diferente, estarían como puntos en contra.