Desde luego, trabajar en el sector del transporte de mercancías por carretera es una de las pasiones de muchos conductores. De hecho, pudiera ser la razón más evidente de poder rentabilizar su pasión por los coches. Sin embargo, como en todo, es una labor que exige muchas responsabilidades, que cambia patrones y hábitos, y que a fin de cuentas, no está exenta de riesgos.
Aquí, hacemos un resumen de los principales riesgos a los que estamos expuestos los que trabajamos día tras día a bordo de un camión.
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Problemas familiares y de salud
Sí, lógicamente, podríamos decir que el retraso en los pagos (algunas veces) y la incapacidad de predecir y planificar el ingreso neto que se tendrá mes a mes son dos de los principales riesgos de un transportista, porque, de antemano, condicionan mucho su labor y sus pretensiones.
Pero los problemas ligados a la familia, a la salud, por los riesgos a los que se expone -por ejemplo, trabajando en horario nocturno, descansando mal hasta habituarse a nuevos patrones, manipulando mercancías peligrosas- y tener que compatibilizar el horario de trabajo con la vida familiar, son dos riesgos o inconvenientes -gajes del oficio, le dicen- que tienen los transportistas.
Asaltos durante la conducción
Suponen uno de los problemas más evidentes del trabajo como transportistas. Para nadie es un secreto que los camiones pueden llegar a transportar mercancías muy valiosas (por ende, lastimosamente, codiciadas).
Eso representa uno de los riesgos principales del trabajo, porque hasta al conductor más experimentado le tocará alguna vez lidiar con esta lamentable situación, pero siempre es bueno indicar que muchas empresas, cooperativas y asociaciones de trabajo en el transporte utilizan diversos mecanismos para garantizar la protección contra el robo, tanto para la mercancía y salvaguarda de los intereses de sus clientes, como también sistemas para garantizar la seguridad de los tripulantes del camión.
Alza de precios de combustible
El combustible es directamente el gasto más importante del trabajo de un transportista. Y esto es indiferente al hecho de que el vehículo de carga sea del conductor o lo que tenga por mecanismos como el renting. Es igual.
Si a eso se le suma que la fluctuación de los precios del combustible van al alza casi siempre, pero no de la misma manera se puede aumentar los precios de los servicios para compensar la falta, llegados a un punto también podría considerarse a ello como un riesgo para la labor.
Rutas no preparadas para el transporte de mercancías
El transporte de mercancías por carretera y la logística en general vive de la optimización de los tiempos. Los conductores deben ser los ejecutores de esos planes para garantizar entregas seguras y rápidas, sea donde sea.
El problema es que algunas vías, algunas rutas, no están preparadas para el transporte de mercancías, lo que ocasiona retrasos, riesgos innecesarios en la conducción, pero si bien es una desventaja, gracias a la tecnología y a servicios de planificación de rutas en tiempo real, esto pudiera solventarse con mayor facilidad.