El trabajo como transportista, independientemente de la modalidad o de para quién se trabaje, es apasionante y llega a convertirse en una forma de vida por la que nos pagan. Por esa razón, saber la mejor manera de realizar cada uno de los trabajos es esencial para que todo siempre surja de la mejor manera, incluso cuando los riesgos no puedan desaparecer del todo.
Si bien es cierto que las funciones y las responsabilidades de un transportista no se diferencian del hecho de que sea autónomo, de que pertenezca a la nómina de una empresa privada o que sea socio de una cooperativa, sí hay cuestiones que todos nuestros conductores deben tener en cuenta, y que al mismo tiempo sirven de recomendaciones para todos los transportistas a nivel general.
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La comunicación eficaz forma parte del trabajo
Si se tiene un retraso, si se ha llegado a tiempo o antes del mismo, si se ha tenido una avería, o incluso cuando la ruta transcurre con normalidad y sin novedades, la comunicación eficaz forma parte del trabajo y de las responsabilidades de todos los transportistas con respecto a los que estén trabajando desde el punto de vista administrativo.
La comunicación eficaz permite tener un mejor control, una mejor gestión y garantiza la transmisión de la tranquilidad y la confianza con respecto a los clientes.
Notificaciones al tiempo y en forma
No dar nada por hecho es una recomendación habitual en el sector. Si se entrega una mercancía, notificar y dejar por escrito, tanto para el que remite como para el que recibe, y por supuesto, para la cooperativa, forma parte de una de las responsabilidades inherentes a la función de chófer.
¿Por qué? Porque es la garantía de que todo ha transcurrido correctamente. De lo contrario, dejar todo en acuerdos de palabra pudiera traer sus consecuencias.
Además, notificar la entrega permite buscar cargas para el retorno y evitar volver vacío.
Valorar la seguridad y no subestimar medidas
Llevar los documentos necesarios, verificar antes de salir los sistemas de frenos, las medidas que se están utilizando para asegurar la carga, y no dejar siempre a la vista las cosas de valor ni mucho menos olvidar los seguros en las puertas es una de las normas obvias de todo transportista, pero que no por ello no se hayan dado casos en los que se han olvidado.
Optimizar las rutas
Si bien la planificación de rutas y de descansos es algo que se hace antes de comenzar, nunca está de más, una vez en la ciudad donde se entregará, por ejemplo, planificar nuevamente en busca de caminos más óptimos, puesto que todo ahorro de tiempo permitirá una jornada más plácida en adelante.