Ser transportista asociado a una cooperativa de transporte de mercancías tiene muchas ventajas que algunos conocerán en propias carnes, otros habrán leído en magazines especializados del sector logístico, o algunos otros habrán ya leído en este portal o las habrán conocido como respuesta a dudas frecuentes al respecto.
En general, siempre se habla de beneficios fiscales, de económicos y de la dinámica del trabajo, que suele mejorar enormemente. Pero poco de habla de otros beneficios que a largo plazo pueden suponer un antes y un después de para los asociados: la formación continua es uno de esos beneficios.
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La formación continua dentro del sector
Nadie puede negar que una cultura profesional en sectores como éste está destinada a formarse únicamente cuando se convierte en un requisito indispensable para llevar a cabo ciertos trabajos. Si la ley cambia y lo requiere, se forma al personal en cuestión.
Está bien, porque permite mejorar la calidad y la confianza de los servicios prestados por todos los involucrados en el sector logístico. Pero, como en todo, hay excepciones.
En otras cooperativas y empresas, como GEVECOOP, la formación y las alternativas (acceso a cursos y demás) forman parte de sus políticas y periódicamente se brindan posibilidades de que los transportistas sean mejores en sus respectivos oficios y especialidades. Más allá de eso, las ventajas van más allá del acceso a las mismas alternativas sin necesidad de asumir el coste ni la gestión de las mismas.
Asegurar ingresos independientemente de los cambios del sector
Para nadie es un secreto que el sector logístico está cambiando drásticamente y posiblemente lo haga para siempre. Cada vez hay menos transportistas, y a corto plazo, la industria cada vez necesitará más y mejores transportistas.
Pero además, en el futuro, se prevé que los transportistas dejen de ser únicamente transportistas para abarcar tanto horizontal como verticalmente otros puestos y demandas de la industria.
De tal manera que la formación continua sea una ventaja no sólo a corto plazo, sino a largo plazo, cuando la industria requiera mayores ocupaciones (previsiblemente mejor remuneradas y también más estables) tanto horizontalmente, como de manera vertical, para que luego los transportistas puedan ser agentes aduanales, sean emprendedores del sector, entre otras tantas variantes.