El trabajo como transportista de mercancías por carretera tiene una infinidad de bondades.
Por un lado, el promedio de las ganancias o del “salario percibido” (en caso de cooperativas, anticipos societarios percibidos) es mucho mayor al mínimo que se devenga en muchos sectores profesionales.
Por otro lado, es un sector dinámico que permite muchas posibilidades de ingresos. Algo que gusta y mucho a quienes han encontrado en el sector una forma de vida y de mejorarla paulatinamente.
Pero como en todo, hay desde obligaciones hasta beneficios que no suelen ser tenidos en cuenta o detallados. Lo de la contabilidad y las gestiones tributarias es algo que merece especial atención en ese sentido.
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¿Quién se hace cargo?
No hay que ser un genio ni mucho menos un experto en el sector. Llevar la contabilidad y tener que hacer tributaciones no es lo más sencillo ni motivador del mundo. Como transportista, quepa aclarar.
Por eso, es una labor que se delega. Cuando se trabaja como autónomo, es un coste que hay que señalar en la hoja de ingresos y de gastos. Sí, se gana más dinero, pero se trabaja de forma más inconstante en esa condición. Aparte, se tienen todos esos gastos indirectos relacionados con el oficio. Un gasto inevitable, a todas estas.
En el caso de un transportista que trabaja dentro de una cooperativa, salvo excepciones como que trabajen por módulos y cosas así (que al menos será hasta este año calendario), serán las cooperativas las que lleven todos estos trámites, gestiones y la contabilidad, liberando al transportista de una obligación más, pero también permitiéndole una simplificación contable muy poco tenida en cuenta.
Simplificación del trabajo
El trabajo de un transportista de mercancías por carretera debería estar comprendido por varios factores:
- Transportar las mercancías desde el punto de recogida hasta el punto de entrega.
- Formarse cada día más para ser más competitivo y poder trabajar en mejores condiciones o con clientes más rentables.
El resto de los asuntos deberían ser debidamente llevados por la cooperativa, como en nuestro caso sucede, lo que simplifica mucho la jornada laboral de nuestros asociados, colocándolos en el espacio protagonista que se merecen con respecto a la producción o prestación de servicios que llevamos a cabo en cada jornada.
Desde luego, no pasa en todos los casos y antes de unirse a una cooperativa es mejor contactarles y saber cómo va la cosa, pero las ventajas están allí.