Todo lo que un transportista puede ahorrarse o dejar de gastar al trabajar con una cooperativa

Tener un camión y la documentación para trabajar como autónomo no es el final de todo el preámbulo antes de comenzar a trabajar. De hecho, puede ser el principio de todo. Para acortar el camino y ponerse a producir de una vez, muchos son los que optan por las cooperativas, pero si además reconocen todo lo que pueden ahorrarse, la decisión estará mejor sustentada.

Una cooperativa de transporte tiene la facilidad de poder trabajar con más y mejores clientes. Además, algunas especializadas, tal el caso donde estás leyendo esto ahora, podremos garantizar que los retornos también sean con servicios, lo que da una manifiesta posibilidad de ganar más dinero haciendo exactamente el mismo trabajo.

Pero más allá de eso, que resulta obvio y hoy es casi un requisito al momento de buscar qué cooperativa puede ser mejor para ti, como socio, pensar en todos los gastos y responsabilidades que la cooperativa asumirá en lugar de ser el transportista, es algo sumamente más importante.

Combustibles y demás fluidos

Las cooperativas de transporte solemos tener en las tarjetas de combustibles una herramienta que nos permite garantizar a todos los socios el acceso a esto, desde tarifas más económicas hasta la posibilidad de elegir la calidad necesaria para cada tipo de camión, su motor y demás variables.

Pero a vista de transportista, el ahorro puede ser significativo, sobre todo si se hace un recuento de la cantidad de kilómetros que se pueden hacer en un mes, en un año, sin tener que preocuparse por echar cuentas y sobre todo por destinar parte de las ganancias del trabajo a ello, porque ya la cooperativa lo hace por ti.

Mantenimiento y aparcamiento

Como transportista autónomo, el mayor temor no es no conseguir clientes frecuentes o tener retornos vacíos. El mayor temor lo representan las averías que puedan sufrir los camiones. No suelen ser frecuentes cuando el mantenimiento es preventivo y a tiempo, pero suelen ocurrir.

Cooperativas, como GEVECOOP, nos hacemos cargo del mantenimiento tanto preventivo (de acuerdo a lo que el fabricante del camión o furgoneta indique en sus manuales) como en caso de averías ocurridas durante el trabajo. Un gasto gigantesco y una preocupación capital que ya no será tal.

También el gasto de parkings, desde encontrarlos hasta pagarlos en sí (ni qué decir de los peajes), también correrán siempre por parte de las cooperativas.